¡Salve, Granada! Tierra nuestra,
nos comprometemos contigo,
cabezas, corazones y manos unidos
para alcanzar nuestro destino.
Siempre conscientes de Dios,
estando orgullosos de nuestra herencia,
podremos con fe y valentía
aspirar, construir, avanzar
como un pueblo, una familia.
Dios bendiga nuestra nación.